El país dispone de una plataforma de sistemas ganaderos integrados a los ambientes con capacidad para producir una amplia diversidad de productos, carne pastoril, o de feedlot, estándar u orgánica, con trazabilidad, denominación de origen, perfil orgánico, nutracéutico, de diversas categorías y pesos a faena o grados de engrasamiento. Así lo explica el IPCVA (Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina) en un informe denominado “carne argentina carne sustentable”.
Las emisiones de nuestro país son de por si bajas, debido a que se trata de una ganadería de carácter extensivo, con la mayoría de los sistemas de producción sobre sistemas pastoriles. “Esa base productiva está basada en pastizales ocupando el 95% del área ganadera bovina del país, unos 60 millones de hectáreas, con la mitad del rodeo ubicado en la zona pampeana, que representa alrededor de un tercio de esa superficie”.
El trabajo indica que “la importancia de las características de los sistemas extensivos de Argentina radica que en los sistemas de base pastoril, aun con la terminación a corral 8 durante los tres o cuatro meses de engorde, el forraje de la fase de cría ocupa entre el 70 y el 80 % de la cantidad de materia seca y cantidad de energía consumida en el sistema. Las pasturas en la región templada sostienen el 60% del stock bovino y son la base de más de 50% de la producción de carne del país”.
“Los pastizales naturales y las pasturas megatérmicas completan la plataforma sobre la que se asienta el resto del stock y la producción. Constituyen la columna vertebral de las diversas variantes y estrategias de intensificación y competitividad de la ganadería». Esa diversidad de sistemas tiende gradualmente también a la integración con otras producciones en rotación de suelos, o usos combinados (silvo-pastoriles). Esas características le confieren a la ganadería atributos de sustentabilidad por su capacidad adaptativa, complementaria y flexible.
Desde el territorio señalan que “la ganadería es la única alternativa productiva viable en áreas con baja calidad de recursos forrajeros, y allí cumple el rol de digestor de fibra no apta para consumo humano».
“En ese contexto, la gran mayoría de la producción ganadera argentina tiene baja dependencia de insumos externos, ya que los sistemas extensivos de cría basados en pastizales naturales requieren poco o nulo ingreso y uso de agroquímicos y fertilizantes, y de alimentos que no sean producidos en el establecimiento. Por este motivo, varias de las tecnologías 9 de manejo para mejorar o sostener la producción ganadera argentina en esos ambientes confluyen en un mismo sentido”.