Según las zonas, el proceso de cosecha de la soja de primera aumentaba su
ritmo, centrado en los sectores con lotes ubicados geográficamente en
posiciones topográficas altas en condiciones aceptables o superficies firmes,
lo más cercano para el acarreo o traslado de las tolvas.
El grado de avance en la recolección hasta la fecha fue del orden del 95 %,
representando aproximadamente unas 808.000 ha, Los rendimientos promedios
obtenidos en la semana fueron los siguientes:
General Obligado y Vera, rendimientos promedios que fluctuaron entre 26 – 28 –
30 qq/ha, con un máximo de 35 qq/ha, con un 88 a 92 % de cosecha realizado,
paralizada por los altos porcentaje de humedad.
Castellanos, Las Colonias, La Capital, San Cristóbal, San Justo y San Javier, con rendimientos promedios 32 – 34 – 38 a 40 qq/ha, con un máximo de 42 qq/ha, con un 95 a 98 % de cosecha realizado, paralizada por los altos porcentaje de humedad. San Martín y San Jerónimo, con un rendimiento promedio que oscilo de 43 a – 45 qq/ha, con un máximo de 60 qq/ha, con un 100 % de cosecha realizado, proceso finalizado.
La trilla de soja de segunda fue del orden del 45 %, representando unas
226.100 ha. Los rendimientos promedios en los departamentos del sur fluctuaron
entre 28 – 30 qq/ha en mínimos, 40 – 44 qq/ha en máximos y lotes puntuales de
48 qq/ha.
Para los departamentos del centro los rendimientos mínimos fluctuaron entre 14 – 16 – 20 qq/ha, los máximos entre 38 – 40 – 42 qq/ha y en lotes puntuales de 45 qq/ha.
El cultivo se encontró en un 50 % estado bueno, con sectores o áreas muy buenas
y lotes puntuales a excelentes, un 25 % en estado regular y el resto un 25 % en
estado regular a malo, con impactos y consecuencias directas por los eventos
climáticos sufridos. Este último porcentaje se observó muy complicado y
compleja su realidad en la disyuntiva de iniciar su cosecha o no.
La variación de los porcentajes de los estados del cultivo, estuvo dada por las
condiciones ambientales reinantes, que nuevamente en esta semana se
manifestaron, como fueron altos porcentajes de humedad ambiente, el aumento de
áreas encharcadas y otras anegadas, producción hongos, podredumbre de tallos,
vuelco de plantas, áreas con un progresivo aumento de malezas y manchado del
grano y pudrición del mismo.
En este contexto, dio inicio una nueva campaña de cosecha fina, siembra de trigo principalmente, que estuvo bajo la gran incógnita dada por el período muy húmedo con suelos saturados, sobresaturados que condicionarían una óptima siembra y variarían y/o ajustarían las variedades (ciclo largo, ciclo intermedio, ciclo corto), señaló el informe de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Comercio de Santa Fe.
Aún así, la intención de siembra estimada en este comienzo de campaña fue de
unas 375.000 hectáreas, con un incremento del orden del 4,5 a 5 % sobre el área
sembrada en el período anterior.