En el transcurso de la última semana, la condición de cultivo regular a mala subió 2,6 puntos porcentuales, de la mano de una caída en la condición hídrica de adecuada a óptima de -4,2 puntos porcentuales.
El estado hídrico entre regular y sequía se eleva al 22,5 % del total. Actualmente, de las 6,6 MHa implantadas a lo largo del país, un 3,6 % se encuentra transitando etapas de llenado y un 47,5 % aún no supera el macollaje. De todas formas, un 82,5 % mantiene una condición de cultivo de normal a excelente.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires indicó que hacia el norte del área agrícola, donde el inicio de cosecha se estima para mediados del mes que viene, la ocurrencia de lluvias ya no tendría impacto.
Sin embargo, hacia el sur de la región, aunque el cultivo no manifiesta signos de estrés gracias a las bajas temperaturas, la falta de lluvias podría amenazar la generación de rendimiento.
En el norte de la región agrícola, buena parte de los trigos ya se encuentran en etapas de generación de rendimiento. En el NOA y el NEA, el 85 y el 48 %, respectivamente, se encuentran desde espigazón en adelante, con lo que la ocurrencia de lluvias no mejoraría significativamente las expectativas de rinde de los, que sin embargo se espera que a cosecha la productividad por unidad de superficie supere los valores medios.
En la región central, se registran ciertas demoras en el desarrollo. Pese a esto último, la condición de cultivo se encuentra entre normal y buena en más del 70% del área, acompañada de una humedad entre adecuada y óptima en alrededor del 80 % de los casos.
Por último, hacia sur del área agrícola el cultivo presenta mayores demoras, con una deficiencia hídrica más marcada. No obstante, gracias a las bajas temperaturas, el cereal no se muestra estresado pero requiere de lluvias antes de que las temperaturas comiencen a incrementarse.