La increíble historia de la elefanta Mara y su traslado a Brasil

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Mara, una elefanta asiática de 50 años, reside desde 1995 en el ex-Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires a donde llegó tras un decomiso judicial a un circo por maltrato animal. Ahora, se iniciaron los preparativos para su partida hacia un sitio donde estará con otras tres elefantas de su especie.

Es así que El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) inició la cuarentena sanitaria de la elefanta Mara, en el Ecoparque porteño, previo a su traslado al Santuario de Elefantes ubicado en el Estado de Mato Grosso, Brasil.

La cuarentena previa a la exportación, requerida por el Servicio Veterinario oficial de Brasil implica realizar y certificar oficialmente distintas pruebas diagnósticas convenidas con el Senasa, por ejemplo, verificar que esté libre de tuberculosis, fiebre aftosa y leptospirosis.

“Los profesionales veterinarios del Ecoparque las realizan con la supervisión de nuestro Servicio, para garantizar que la elefanta reúna las exigencias sanitarias brasileras para su exportación”, explicó Laura Giménez, a cargo de la Dirección de Comercio Exterior Animal del Senasa.

Una vez finalizado el aislamiento, el Senasa firma y otorga el Certificado Veterinario Internacional (CVI) y el permiso para transitar por la Argentina con el cual Mara será trasladada hasta Brasil.

El traslado
La elefanta viajará en una caja especial que pesa 5750 kilos y que ya está ubicada en el lugar de la cuarentena. Actualmente, Mara está realizando un proceso de acostumbramiento, bajo supervisión de sus cuidadores, para evitarle inconvenientes en la travesía de 2700 kilómetros entre la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el municipio de Chapada dos Guimarâes, cercano al santuario. Favorablemente, la elefanta ya aprendió a ingresar a la caja y la reconoce como algo normal.

Se estima que el recorrido por tierra llevará entre 3 y 4 días con paradas periódicas –según la necesidad de la elefanta– y contará con el acompañamiento de cuidadores y veterinarios especializados.

“Todos estamos muy ansiosos para que arribe a su nuevo lugar, el santuario, donde se va a encontrar con tres elefantas más de la especie asiática, como ella”, subrayó Cosma.

“Me hace muy bien saber que ella va a estar en un ambiente grande y selvático, donde se pueda sentir libre, junto a sus congéneres”, concluyó la profesional.

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