Ahora la Bolsa de Cereales de Buenos Aires recortó su estimación de producción para los dos cultivos. El saldo negativo de las precipitaciones durante el mes de febrero, junto a las elevadas temperaturas durante pleno llenado de granos en cuadros de primera, causaron pérdidas irreversibles sobre los rindes esperados en las principales zonas productivas.
De forma similar, la soja de segunda, actualmente transitando estadios críticos, no solo prevé rindes por debajo a los promedios históricos, sino también pérdidas de superficie por encima de la media, siendo el Norte de La Pampa-Oeste de Buenos Aires, el Centro-Este de Entre Ríos y el Núcleo Sur las zonas más comprometidas.
Sin pronósticos alentadores en el corto plazo, la proyección de producción se reduce a 44.000.000 millones de toneladas, una caída de 2MTn con respecto a su informe previo. Dicha estimación se encuentra sujeta a la evolución de los rindes una vez iniciada la recolección del cultivo. No se descartan nuevas modificaciones en el volumen estimado, ya que los pronósticos en el corto plazo no son alentadores.
En paralelo, el estado de los cuadros de maíz con destino grano comercial comenzó a desmejorar. Esta baja en la condición del cultivo impacta sobre los rindes potenciales de parte de los lotes del cereal. Frente a este panorama, la entidad bajó su estimación de producción en 1 MTn. La nueva proyección nacional para la campaña 2020/21 se ubica en 45.000.000 Tn, 6,5 MTn menos que el ciclo previo (Producción campaña 2019/20: 51,5 MTn).
De igual modo, las labores de cosecha continuaron en el centro del país. A la fecha ya se logró recolectar casi un 4% del área apta y a medida que las labores avanzan sobre lotes tempranos, los rindes recolectados se ubican por debajo de las estimaciones iniciales.