Ya se trilló el 96,1 % del área apta, el rinde medio nacional descendió a 33,9 qq/Ha y la producción acumulada alcanzó 54,5 millones de toneladas. Restan cosechar lotes en su mayoría ubicados en la región NEA, donde las pérdidas de superficie por excesos hídricos e inundaciones equivalen a un 25 % de su área sembrada. Así lo indicó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires en su primer informe de junio.
Bajo este escenario la producción alcanzará 56 millones de toneladas una vez finalizada la cosecha, igualando el volumen recolectado durante la campaña 2015/16 y ubicándose como la segunda mayor producción de los últimos 19 años (Prod. récord 2014/15: 60,8 MTn).
La recolección avanzó 5,4 puntos porcentuales durante los últimos siete días. La cosecha de lotes de primera cubrió el 97,1 % de su área, mientras que la recolección en siembras de segunda se encuentra próxima al 94 %.
Los rindes continúan descendiendo a medida que las máquinas avanzan sobre los últimos lotes en pie. Las caídas del rinde son importantes en la región NEA, donde a misma fecha del ciclo previo la recolección superaba el 90 % del área y hoy apenas cubre el 55 %.
En gran parte de Chaco y el sudeste de Santiago del Estero aún predominan ambientes húmedos debido a excesos hídricos e inundaciones que no permiten transitar lotes ni caminos, y los cuadros que son cosechados aún mantienen elevada humedad en sus porotos.
El 64,6 % del área en pie mantiene condición regular/mala y se releva una alta incidencia de grano manchonados, brotado y podrido. Las penalidades por calidad y el elevado costo de cosecha provocan el abandono de lotes. En este contexto se prevé que la pérdida de superficie alcance el 25 % del área sembrada en la región al inicio de campaña.