Queda detrás la posibilidad de obtener 49 millones de toneladas, como se estimó en febrero. El ciclo de la soja volvió a sufrir un revés en las condiciones climáticas y a partir de febrero afrontó condiciones extremadamente secas. La extrema variabilidad del clima pone en jaque a la soja de segunda y al conjunto de la producción de la oleaginosa
La Bolsa de Comercio de Rosario indicó que con suelos que se han quedado sin reservas para la soja de segunda, es el cultivo más afectado. Se estima que por la falta de agua se perderán 850.000 ha, que, en gran parte, se trata de cuadros de sojas de segunda. Tras el crecimiento del área triguera, la soja de segunda ocupa este año casi 5,3 M ha, o sea el 31% del total de la oleaginosa, de 17,2 M ha.
Por eso, la caída de rindes se hace sentir sobre los promedios, sobre todo en la franja este de Argentina ya que en buena parte de la región pampeana se estima que los rindes en soja de segunda podrían testear el rango de 15 a 25 qq/ha.
Con este nuevo panorama, el rinde nacional promediaría 27,5 qq/ha, 1,7 quintales menos que en el informe anterior. Por lo tanto, la producción de soja se estima en 45 millones de toneladas.
Santa Fe, Buenos Aires, Entre Ríos y La Pampa, las provincias dónde más caen los rindes de soja
A nivel provincial, son muy graves las caídas en los rindes de soja que se pueden proyectar en este último mes. Santa Fe perdió 4,3 quintales y pasa a un promedio de 30,1 qq/ha. En volumen, la pérdida es de 1,6 Mt. En gran medida, el impacto está dado por el daño que han sufrido los cultivos en el sudeste provincial.
Buenos Aires retrocede en 3,6 quintales, estimándose el promedio en 25,4 qq/ha, y es la mayor pérdida de entre todas las jurisdicciones ya que significa un descuento de 2,5 Mt.
Entre Ríos cae 3,4 qq/ha, mientras que La Pampa retrocede 3,7 qq/ha. Córdoba está sosteniendo la producción argentina, con un promedio de 32,1 qq/ha; se espera que aporte casi 14,5 Mt de soja en este año.
El NOA, Santiago del Estero y parte del centro norte de Santa Fe mantienen muy buenas posibilidades productivas. Chaco depende de lo que suceda con las lluvias en este fin de semana: la soja está entre fructificación y principios del llenado sin haber recibido agua desde el 20 de febrero. Ya ha hay lotes irrecuperables, advierten los técnicos.