El avance del 90% en la cosecha del maíz tardío va poniendo fin a la campaña 22/23 en región núcleo. En Carlos Pellegrini ya levantaron todo el cereal y los rindes arrojaron un promedio de 40 qq/ha. En Cañada de Gómez, también terminaron y dicen que hubo de todo, pero en general rindes muy bajos: 15, 20, 30 y 60 qq/ha. En Bigand los cuadros promediaron tan solo 16 qq/ha.
Los técnicos puntualizan que los lotes sembrados en diciembre tuvieron una ventaja de 4 a 6 qq/ha con respecto a las de enero por el daño de la helada temprana: “los de diciembre estuvieron entre los 15 a 25 qq/ha mientras que los de enero entre 4 a 15 qq/ha. También se notó mucho la diferencia entre híbridos sembrados en fechas similares y entre lotes con diferentes historias de rotación y manejo, donde pudieron lograrse rindes excepcionales de 40 qq/ha”.
En General Pinto, con un avance del 80% el rinde promedio mejora con 65 qq/ha, y al igual que el sur santafecino, reportan que las siembras tempranas fueron mejores y llegaron a rendir hasta 20 qq/ha más. En Marcos Juárez se cosechó el 80% de la superficie con un rinde promedio de 60 qq/ha, pero a diferencia de las otras áreas, allí se registró un ligero aumento en rendimiento, aproximadamente un 15%, para las siembras de enero. La peor campaña en rindes maiceros se va terminando.
Los maíces tardíos cayeron estrepitosamente de expectativas de 90 qq/ha a 70, luego a 48 y, finalmente, a 27 qq/ha como si hubiese rodado por una escalera sin final. Perdió el 70% de la productividad potencial que suele tener un en un año normal.