Las retenciones hoy tienen un impacto del 13% sobre el arroz terminado en planta

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La Cámara de Industriales Arroceros de Argentina y  Federación de Cooperativas Arroceras Argentina en un comunicado detallaron que si bien hay una capacidad instalada para elaborar 2.300.000 toneladas de arroz,  se estima que este año la producción será apenas arriba de 1.000.000 toneladas y se estima un 20% de caída en la superficie sembrada,  con el consiguiente impacto en la mano de obra empleada.

Hay un desbalance en el capital de trabajo, considerando que el stock remanente no compensa los gastos dolarizados de la próxima campaña, y que a las altas tasas de interés actual la financiación se hace inviable,   por lo tanto es imprescindible la asistencia financiera.   El tipo de cambio no compensa el impacto de la alta carga impositiva y el aumento en los costos.

La intensidad laboral de la cadena de arroz es de 80 empleos cada 1000 hectáreas contra 6 empleos que demanda la cadena de la soja.   Destacando que hay municipios, como San Salvador y Los Charrúas en Entre Ríos que dependen en un 90% del arroz en forma directa o indirecta.   En gran escala también dependen de la industria arrocera localidades como Villa Elisa, Villaguay y Chajarí en Entre Ríos,  Mercedes,  Curuzú Cuatiá y Goya en Corrientes y San Javier en Santa Fe.

Con respecto a las últimas medidas anunciadas por el gobierno señalaron que para el arroz, sin diferenciación según su grado de industrialización, las retenciones hoy son de $4 por dólar exportado siendo un producto con valor agregado,   esto tiene un impacto del 13 % sobre el valor del producto terminado en planta.  Desde el sector se ha solicitado al Gobierno que el arroz elaborado, que en el precio final tiene un 60% de valor agregado, se diferencie de la producción primaria,  ajustando el arancel a 3 pesos por dólar exportado,  como es el caso de otros productos elaborados que son exportados listos para el consumo humano tales como la leche en polvo, el pescado refrigerado o ahumado, harina de trigo y restantes productos de molinería.

Por otro lado,  siendo una economía regional distante de los puertos de embarque es importante que la base imponible para las retenciones sea el FCA depósito,  de lo contrario estamos gravando sobre servicios de terceros,  y con grandes diferencias internas por la distancia al puerto o aduana de salida.

Para quienes operan en el mercado interno la situación tampoco es optimista con la demanda cayendo debido a la alta inflación,   hoy se encuentran con grandes inversiones hechas para crecer en volumen y con un  mercado en baja y con pocas expectativas a futuro.

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