En el norte de Santa Fe ahora regresan de apoco las lluvias, pero la ausencia de precipitaciones en los últimos meses y días de bajos porcentajes de humedad ambiente, y el trigo en su totalidad en estados fenológicos de floración y reproducción, demandó más agua útil. Ante tal realidad, continuó el aumento de cultivares en estado regular y regular a malo, siendo éstos, más de la mitad de lo implantado, un 55 %.
Con ello se acentuaron cambios en el destino, según zonas de los diferentes departamentos del área de estudio. Tales como: confección de rollos para reserva, consumo animal, particularmente en el área mixta (agrícola-ganadera) y aplicaciones de desecantes, interrumpiendo así el ciclo, destinándose dicho lote a otro cultivo. Hasta la fecha se detectó:
Solo un 45 %, de las 348 mil hectáreas sembradas, está con buen desarrollo en los diferentes predios, buen estado sanitario, en el área de estudio. Aquí se concentraron, casi en su totalidad, las variedades de ciclos largos y más del 60 %, los de ciclos intermedios.
Un 30 %, en estado regular. Después de una buena germinación y emergencia, con el transcurso de las semanas, ante la decreciente disponibilidad de agua útil, evidenciaron síntomas de déficit hídrico, observándose lotes no uniformes, en particular, los sembrados en la segunda etapa, con trigos de ciclos intermedios y cortos.
El restante 25 %, se halló en estado malo, con inconvenientes en los stands de plantas por unidad de superficie, coloración pálida, con sectores amarillentos en su área foliar, ante la ausencia de precipitaciones, poco desarrollo de estructura de planta, no uniformes. Ubicándose geográfica y particularmente en los extremos suroeste y noroeste del SEA y sectores con posiciones topográficas medias a bajas o ciertas limitantes en la aptitud de los suelos.
Otro dato no menor de la Bolsa de Comercio de Santa Fe es que en el centro norte santafesino, los departamentos: 9 de Julio, Vera, General Obligado, San Cristóbal, San Justo, San Javier, Garay, Castellanos, Las Colonias, La Capital, San Martín y San Jerónimo, la disponibilidad de agua útil en los primeros 20 cm de los suelos se consideran pobre.