Durante el último mes de abril las empresas del sector liquidaron la suma de 3.171.793.606,00 dólares; lo que significa un 6% por encima del mes anterior del presente año. El monto liquidado desde el 2 de Enero de 2022 asciende a U$S 11.097.874.774,00. Así lo informó La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), entidades que representan el 48 % de las exportaciones argentinas
La entidad recordó que el total de las divisas queda en poder del BCRA quienes entregan pesos, a tipo de cambio de oficial, a los exportadores para poder realizar las operaciones de compra y venta de granos en el mercado nacional.
Si bien algunos precios internacionales mantuvieron su tendencia alcista como el caso de los aceites, el impacto del paro de transportistas de granos así como el menor ritmo de ventas para exportación, sumado a una menor cosecha gruesa por la sequía, han condicionado el ritmo de embarques y el ingreso de divisas.
La liquidación de divisas está fundamentalmente relacionada con la compra de granos que luego serán exportados, ya sea en su mismo estado o como productos procesados, luego de una transformación industrial. La mayor parte del ingreso de divisas en este sector se produce con bastante antelación a la exportación, anticipación que ronda los 30 días en el caso de la exportación de granos y alcanza hasta los 90 días en el caso de la exportación de aceites y harinas proteicas. Esa anticipación depende también del momento de la campaña y del grano de que se trate, por lo que no existen retrasos en la liquidación de divisas.
En este sector, las comparaciones estadísticas entre distintos períodos son generalmente imprecisas o inexactas ya que la liquidación de divisas está fuertemente influida por el ciclo comercial de los granos, que depende de diversos y cambiantes factores exógenos como oscilaciones internacionales de precios, retracción de la oferta, distinto volumen y valor proteico de las cosechas, condiciones climáticas, feriados, medidas de fuerza sindicales, modificaciones regulatorias, barreras arancelarias y para arancelarias del exterior, exigencias fitosanitarias o de calidad de otros países, etcétera.