Altas temperaturas, baja humedad y gran acumulación de material vegetal en zonas inaccesibles y con poca disponibilidad de agua generan un escenario propenso a la ocurrencia de focos durante el período estival.
Desde el INTA, CRA y Carbap brindan recomendaciones para anticiparse y reducir el riesgo en un contexto de elevada peligrosidad para el sudoeste de Buenos Aires, La Pampa y Río Negro.
De acuerdo con una reciente estimación del INTA, en La Pampa hay 2 millones de hectáreas en alto riesgo de incendios, que se suman a más de 500 mil en el sudoeste de Buenos Aires y Río Negro.
En total, en la región centro de nuestro país hay casi 3 millones de hectáreas en alerta con una gran cantidad de acumulación de material vegetal en zonas inaccesibles y con poca disponibilidad de agua. Cómo anticiparse a la temporada alta de incendios y reducir el riesgo.
Pablo Vazquez –especialista en gestión ambiental y recursos naturales del INTA Anguil, La Pampa– aseguró que “estamos próximos al inicio de la temporada de incendios que se extiende desde noviembre hasta marzo de 2020 y detectamos 2 millones de hectáreas de alta peligrosidad en la provincia”.
“Luego de tres temporadas de incendios, la predictibilidad del modelo con el que trabajamos es del 85 %”, aseveró el especialista de Anguil quien aclaró que, si bien el modelo identifica las áreas de mayor peligrosidad, cualquier área puede incendiarse.
Por su parte, Alejandro Pezzola –especialista en sistemas de información geográfica del INTA Hilario Ascasubi, Buenos Aires– aseguró que “para el sudoeste de Buenos Aires y Río Negro hay en riesgo más de 500 mil hectáreas”. Y coincidió con Vazquez en que el principal causal es la cantidad de material vegetal fino disponible en la zona.
Vazquez fue más allá y explicó que “el riesgo se incrementa porque hay un proceso de acumulación de forraje muy focalizado en algunos departamentos durante el último ciclo productivo, a pesar de la emergencia agropecuaria declarada por sequía en febrero 2019”.
Además de contar con informes y alertas tempranas con estimaciones de áreas de riesgo, el INTA pone a disposición de los productores y autoridades un índice de peligrosidad de incendio disponible en el sitio web SEPA. Esta herramienta se calcula a partir del análisis temporal del índice de vegetación normalizado –IVN–, asociado a la cantidad y estado de la biomasa vegetal acumulada en superficie.
INTA, CRA y Carbap se unen por la prevención
Frente a este contexto de elevada peligrosidad para la región centro del país, especialistas del INTA junto con Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) se asociaron en el marco de una campaña de prevención de incendios con recomendaciones de manejo, índices de peligrosidad y alertas tempranas.
En este sentido, Dardo Chiesa –presidente de CRA– señaló que “es clave realizar un pastoreo racional junto a la limpieza de picadas y la conservación del recurso”. Asimismo, destacó que “es necesario avanzar con la utilización correcta de la ciencia y tecnología en el control de los incendios y no con doctrinas”.
En este punto, Jorge Arocena el vicepresidente de Carbap argumentó: “En la provincia no tenemos agua suficiente para realizar un pastoreo racional en esas zonas, lo que genera condiciones de alto riesgo de incendios”.
“Soy pampeano y conozco mucho la zona”, reconoció Arocena quien no dudó en asegurar que “el fuego es un hecho natural en la región y se da cada año, en mayor o menor medida, según el clima imperante”.
Con respecto al actual contexto climático, detalló que en La Pampa “estamos en plena sequía, típica del invierno, y estamos entrando en lo que los especialistas denominan un período neutro”. En este sentido, aseguró que “los fuegos se hacen incontrolables cuando no hay contención”, por lo que consideró fundamental llevar a cabo tareas de limpieza.
Incendios: mejor prevenir que combatir
Desde el INTA Hilario Ascasubi consideran fundamental poner el foco en las tareas de prevención que consisten en mantener limpias de material combustible las picadas cortafuego, alambrados e instalaciones.
Para prevenir los incendios, se recomienda hacer un adecuado manejo del pastoreo y rotación de cultivos en zonas susceptibles de incendio, como así también realizar quemas preventivas controladas en los momentos adecuados durante el año.
Además de mantener alambrados, cortafuegos, picadas e instalaciones libres de vegetación con arado o rastra de discos en una franja de ocho metros a cada lado del alambrado en los potreros con vegetación baja y de 20 metros en los campos con monte.
También es importante no dejar materiales inflamables expuestos a altas temperaturas como leña, papel, pintura y/o combustibles, como así también mantener los accesos despejados y tanques australianos llenos de agua.
A su vez, resulta imprescindible realizar corta fuegos de 20 metros, en los potreros linderos a las rutas o líneas férreas, ubicados entre el alambrado y la vía de comunicación. Asimismo, coordinar con municipios y vialidad provincial-nacional el mantenimiento de las banquinas de rutas.
Para el interior del establecimiento, los técnicos del INTA recomiendan mantener los márgenes de alambrados libre de vegetación.
Y, cuando se realicen quemas de potreros, avisar con 72 horas de antelación a los cuarteles de bomberos más cercanos para una buena planificación.
En todos los casos, es clave tener muy presente los parámetros de temperatura, humedad y viento para realizar quema controlada, para lo cual es importante consultar los pronósticos climáticos.