Durante el último mes de diciembre la agro exportación liquidó la suma de 1.690.807.530 dólares, que resulta superior en 4,77 % con respecto a noviembre, como consecuencia del fuerte incremento de los precios internacionales y a pesar del largo conflicto sindical que paralizó las plantas agroindustriales y terminales portuarias durante 21 días. El monto liquidado en el acumulado anual asciende a 20.274.389.493 dólares que resultó, en la última década, los más bajos a excepción de 2014 y 2015, e inferiores en 0,44% al promedio de los últimos 17 años.
Así lo señaló la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), entidades que representan el 40% de las exportaciones argentinas. El monto ingresado en diciembre pasado es el más elevado para ese mes en los últimos diez años, excepto 2014 y 2015, lo que se debe al notorio aumento de los precios agroindustriales en el mercado internacional, la aceleración de embarques en los primeros días del último mes del año ante la previsión del paro de actividades por el conflicto gremial y la carga de buques de unas pocas empresas que resolvieron las trabas portuarias individualmente.
En diciembre pasado, el precio de la soja en el mercado de Chicago aumentó un destacado 14% (equivalente a U$S 60 por tonelada de suba, a U$S 481,7); el maíz y el aceite de soja, un 15% (U$S 25 y U$S 125 por tonelada, a U$S 190,6 y U$S 934,74, respectivamente); y la harina de soja -primer producto de exportación del país- y el trigo, un 12% (U$S 53 y U$S 25 por tonelada, a U$S 478,94 y U$S 221,8, respectivamente).
El fortalecimiento de los precios internacionales compensó la declinación del tonelaje declarado en diciembre, que fue inferior en un 40,48% con respecto a noviembre, del 61,70% en relación con octubre y del 65,23% en comparación con septiembre.De acuerdo con la BCR, hasta noviembre la oferta total de soja (stock inicial, producción e importaciones) para la molienda representó el 42,9% de la oferta total, el valor más bajo en por lo menos 10 años.
En diciembre los tonelajes exportados de harina, pellet y expeller de soja – señaló la Dirección de Informaciones y Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR)- cayeron un 70% con respecto a noviembre, mientras que la reducción del aceite fue del 87%. Los resultados preliminares de diciembre con respecto al mismo mes en las campañas anteriores, añadió la BCR, la soja y sus subproductos redujeron fuertemente su tonelaje embarcado, por lo que es el mínimo valor en al menos cinco campañas.
En el saldo anual influyeron factores como las distintas medidas de fuerza de los sindicatos, las oscilaciones en los precios de los commodities, harinas, aceites y sus derivados industrializados causado por la pandemia mundial del COVID-19 (caída al comienzo y recuperación a fin de año); la menor molienda de productos derivados de la soja por la “primarización” preexistente; las dificultades operativas por la bajante persistente del río Paraná; los trastornos en las operaciones por la aplicación de los estrictos protocolos sanitarios por el coronavirus en el proceso de exportación, y las demoras logísticas en el tránsito hacia los puertos y plantas procesadoras a comienzos del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO).
La liquidación de divisas está fundamentalmente relacionada con la compra de granos que luego serán exportados ya sea en su mismo estado o como productos procesados, luego de una transformación industrial. La mayor parte del ingreso de divisas en este sector se produce con bastante antelación a la exportación, anticipación que ronda los 30 días en el caso de la exportación de granos y alcanza hasta los 90 días en el caso de la exportación de aceites y harinas proteicas. Esa anticipación depende también del momento de la campaña y del grano de que se trate, por lo que no existen retrasos en la liquidación de divisas.
En este sector, las comparaciones estadísticas entre distintos períodos son generalmente imprecisas o inexactas ya que la liquidación de divisas está fuertemente influida por el ciclo comercial de los granos, que depende de diversos y cambiantes factores exógenos como oscilaciones internacionales de precios, retracción de la oferta, distinto volumen y valor proteico de las cosechas, condiciones climáticas, feriados, medidas de fuerza sindicales, modificaciones regulatorias, barreras arancelarias y para arancelarias del exterior, exigencias fitosanitarias o de calidad de otros países, etcétera.