La siembra de trigo 2022/23 arrancó lentamente sobre el 5,3 % de las 6,6 millones de hectáreas  proyectadas, dando comienzo al ciclo de cultivos de invierno de esta temporada. Sectores del centro y noroeste del país se encuentran bajo un estado hídrico limitado y presentan demoras respecto al avance alcanzado a igual semana durante el ciclo previo.

No obstante, sobre el margen centroeste y sur del área agrícola, las labores avanzan a buen ritmo tras las precipitaciones de fines del mes pasado, las cuales han recargado los perfiles y acondicionado la humedad de los lotes a niveles adecuados.

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires destacó que  al sur del área agrícola, las lluvias de fines del mes de abril recargaron el perfil y acondicionaron la superficie para iniciar la implantación del cereal. Si bien las labores progresan al ritmo habitual, se espera reducir el paquete tecnológico durante esta campaña debido al elevado costo de ciertos insumos.

Por su parte la Bolsa de Comercio de Rosario señaló que “solo el 20% de la región central tiene reservas adecuadas en el primer metro del suelo considerando el consumo de una pradera permanente”. En el 27% del área la reserva es regular y necesitaría 40 a 60 mm para hacer trigo. En el resto (33%) las reservas están en niveles de escasas a sequía y necesitan más de 100 mm para tener éxito con el cereal.  

“En Laborde sembrarán un 50% menos que en el 2021; en Marcos Juárez, 25% menos. «En las encuestas de intención de siembra, el trigo cae ahora al 15% (vs 10% hace una semana) tras la decepción de las lluvias de mayo. Esto significa 250.000 hectáreas menos que las sembradas hace un año” indicó la entidad.