La Bolsa de Comercio de Rosario destacó que la cosecha de trigo está atrasada en 6 puntos porcentuales respecto de un año atrás. El avance actual cubre el 52% del total del área de trigo, que asciende a 6,37 M ha. La superficie malograda sigue estimándose en 286 mil ha. En este ciclo 2018/2019 la siembra interanual de trigo creció un 17,3% pero el volumen sólo subirá un 6,8% respecto del año pasado.
Se han ajustado en forma negativa las estimaciones de rendimiento en las provincias de Buenos Aires y Santa Fe, mientras que hubo cambios favorables para Entre Ríos. Sin embargo, las variaciones se compensan entre sí por lo que no hay cambios en el promedio nacional respecto del mes pasado, que sigue estimándose en 30,7 qq/ha. Por consiguiente, la producción de trigo se mantiene invariable respecto del informe precedente, en 18,7 millones de toneladas.
En lo que se refiere a la provincia de Buenos Aires, se ajustaron a la baja las estimaciones de rinde en el sur y centro bonaerense y otras a la suba en el norte provincial. Las regiones trigueras de Tandil y Tres Arroyos, que hasta hace un mes se esperaba que superen los 4 millones de toneladas, llevan el peso del recorte ya que resultan en un ajuste negativo de 145 mil t en la producción. Las bajas en las estimaciones en esa área son consecuencias del impacto de las heladas de noviembre, sobre todo la del 7, y las recientes, de los días 2 y 7 de diciembre.
Estas últimas ocurrieron en pleno llenado de granos en las zonas más productivas de trigo argentino. Los daños son muy desparejos, por lo que hay que esperar la última palabra, con el avance de las cosechadoras. El impacto en rindes no sólo ocurrirá en esa región, sino que también se podrían ver efectos negativos en el centro y parte del suroeste de Buenos Aires. La provincia se ajusta en 1,4 quintales por debajo del año pasado, ciclo en el que se había logrado un promedio provincial de 39,5 qq/ha. Hasta hace pocas semanas, había expectativas en superar dicha marca y alcanzar un nuevo récord productivo.
La producción nacional dependía de la materialización de este potencial productivo bonaerense para recuperarse de los daños ocurridos en el norte argentino, Córdoba y Santa Fe. Por tal motivo, resulta grave el efecto de las bajas temperaturas en el territorio bonaerense. Si bien, al día de hoy, se cuantifica su efecto en 140 mil toneladas, en definitiva, pusieron límites a un potencial mucho mayor ya que se anticipaban nuevos récords de productividad unitaria. La cosecha bonaerense podía haber sido la oportunidad de oro para que Argentina saltara por encima de la valla de los 19 Millones de toneladas de producción de trigo.
Otra provincia que se ajusta negativamente es Santa Fe. Respecto de las estimaciones de hace un mes, el retroceso es de 40 mil t. Los efectos de heladas, sequías, granizo y el reciente temporal de noviembre baja en medio quintal el promedio de rindes, llevándolo a 28,8 qq/ha. Las áreas más afectadas han sido el centro y centro sur de Santa Fe, con rindes promedios de 20 a 35 qq/ha, y que determinan este nuevo recorte.
Faltan pocos días más para terminar la cosecha en Entre Ríos y se ven rindes puntuales inéditos. Hay numerosos cuadros que han superado los 60 e incluso los 70 qq/ha. La amplitud térmica y las bajas temperaturas que han acompañado al ciclo del trigo, sin los efectos negativos de heladas, han permitido que se hayan expresado rindes del más alto nivel. Para esta provincia se estima un rendimiento promedio de 36,5 quintales —9,5 qq/ha más que el año pasado. Con un área sembrada un 36% mayor y este nivel de productividad casi ha duplicado el volumen de producción del año pasado.
El trigo 2018/2019, a pesar de haber reafirmado el sendero que tomó el ciclo pasado con una profundización de cambio tecnológico, sufrió demasiados eventos negativos. De todas formas, la fertilización y los controles de enfermedades han tenido mucho que ver en que los rindes que va reflejando el avance de la cosecha no hayan caído aún más bajo.