Para la Bolsa de Cereales de Córdoba en Estados Unidos, primer productor mundial de soja, la cosecha ya ha comenzado con un avance del 38% frente al 53% promedio de los últimos cincos años. La fuerte demora se produjo como consecuencia de precipitaciones, nevadas y temperaturas por debajo de lo normal para las zonas productoras. Más allá de que los cultivos de verano están maduros, el clima frío dificulta la evaporación de la humedad en los suelos lo cual retrasa las labores de cosecha.
En este contexto, el USDA reduce el área cosechada para la campaña 2018/19 en 210.000 hectáreas frente al reporte previo (35,75 millones de hectáreas), lo cual hacer caer la producción en 100.000 toneladas, ubicándose en 127,63 millones de toneladas. Esta cifra fue menor a la esperada por los operadores de mercado lo cual generó un incremento en su precio en el mercado de Chicago. Sin embargo, la producción de Estados Unidos para la campaña 2018/19 continúa ubicándose como la mayor de la historia. Respecto a las precipitaciones esperadas para las próximas semanas, los pronósticos indican que las mismas serían normales o por debajo de lo normal, lo cual amortiguaría los inconvenientes para el resto de la cosecha.
El mercado climático en los Estados Unidos para los cultivos estivales está jugando sus últimas cartas y, en cuanto finalice la recolección de soja, los operadores comenzarán a prestar una mayor atención a lo que suceda en el hemisferio sur, principalmente en Brasil y Argentina. De esta manera, el precio en el mercado de Chicago respondió ante los problemas de cosecha con un incremento de USD 12 en menos de una semana. Sin embargo, la cotización se encuentra en niveles deprimidos respecto al primer semestre del año.
En este escenario, el último informe de oferta y demanda del USDA aumentó las previsiones de producción mundial en 200.000 toneladas, alcanzando un volumen de 369,5 millones de toneladas, lo cual se constituye como un récord.
La guerra comercial entre Estados Unidos y China se ha profundizado y uno de los principales afectados es el mercado de la soja. De acuerdo con el USDA, en un año los embarques estadounidenses hacia el gigante asiático han caído en un 85% o 2.500.000 toneladas menos, lo cual demuestra el poco interés de los chinos en comprar el poroto de origen norteamericano.
La entidad, señaló que Brasil ha sido el principal beneficiado, incrementando su participación en las importaciones chinas del 66% frente al 48% del año anterior. Si bien Estados Unidos ha aumentado las exportaciones hacia otros destinos comparado al año pasado, no fue suficiente para compensar la disminución de la demanda de China. En este sentido, la caída en el volumen exportado en conjunto con un mayor volumen producido resulta en un récord de los stocks finales en Estados Unidos, los cuales duplican a los de la campaña 2017/18.
En el último informe de la Compañía Nacional de Abastecimiento de Brasil (CONAB) se publicó la primera estimación de área de soja que sería de 36,17 millones de hectáreas, un 2,9% más respecto a la campaña 2017/18. Este crecimiento se encuentra asociado a las mayores cotizaciones de la oleaginosa en el mercado brasilero como consecuencia de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Si las condiciones agrometeorológicas son normales, la producción de la oleaginosa podría ser de 118,24 millones de toneladas. Sin embargo, existen una serie de reparos en cuanto al logro de ese volumen de producción: posibilidad de que los precios bajen ante una solución al conflicto comercial, aumento de costos de fletes y apreciación del real luego de las elecciones.
Por eso, las exportaciones para la campaña 2018/19 fueron estimadas en 75 millones de toneladas, pudiendo variar significativamente ante cambios en el contexto internacional. Respecto a la comercialización de soja de la cosecha 2017/18, ya se han exportado 69,2 millones de toneladas, un 91% del total proyectado. La participación de China asciende al 79%, con 55 millones de toneladas embarcadas al mes de septiembre del corriente año. Estas cifras revisten gran importancia ya que, a la fecha, los valores exportados superan al año 2017 completo. Por el dinamismo de las exportaciones, los stocks finales de soja en Brasil se ubicarán en uno de los niveles más bajos de la historia, aunque se recuperarían la próxima campaña si las ventas al exterior se ubican en niveles “normales”.
En lo que va de octubre, los precios FOB en Brasil y Argentina presentaron un diferencial respecto al FOB Golfo (Estados Unidos) de USD 89 y USD 82 respectivamente. Estas buenas oportunidades podrían evaporarse de alcanzarse un acuerdo entre Estados Unidos y China, lo cual no brinda posibilidades alcistas para la oleaginosa en un mercado global con abundancia de mercadería. De lo contrario, la soja sudamericana continuará recibiendo un premio respecto a la soja estadounidense.
En Argentina, se llevan comercializadas 32,43 millones de toneladas, equivalentes al 86% de la producción del ciclo 2017/2018 y 4,74 millones de toneladas menos que a igual fecha del año anterior. Con la siembra que recién está comenzando en algunas zonas aisladas y varios meses por delante hasta la cosecha, si bien caerá tanto la exportación como la industrialización, los stocks finales serán ajustados con una merma de casi cuatro millones de toneladas. Las importaciones de soja alcanzarían al final de la campaña 3,5 millones de toneladas, amortiguando la caída en los stocks.
Respecto a los precios, el valor de la soja en el mercado local ha ido aumentando a la par del aumento de la demanda de China por soja sudamericana, aunque se encuentra por debajo de los niveles que primaron durante gran parte del año. Además, el derecho de exportación que pesa sobre la oleaginosa es mayor, lo cual se traduce en menores precios disponibles.