Proyectan menor superficie de trigo por la suba de costos y la intervención oficial

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Entre los factores que explican la baja se encuentran los aumentos en los costos de insumos, la mejora relativa en los márgenes del cultivo de cebada, y especialmente las políticas domésticas que afectan al cultivo de trigo y la incertidumbre en relación a futuros cambios en las mismas.

De esta forma, con el actual escenario la Bolsa de cereales de Buenos Aires  proyectó una superficie  con trigo en 6.500.000 hectáreas, reflejando una reducción interanual del área a sembrar de 200.000 hectáreas (Trigo 2021/22: 6,7 MHa sembradas).

La actual proyección de superficie, a pesar de reflejar una caída interanual del -3 %, ubica el área que se destinaría al principal cereal de invierno por encima del promedio de siembra de las últimas cinco campañas (Promedio de siembra 2017/2022: 6,3 MHa). De concretarse la presente proyección, nos encontraríamos frente a la cuarta mayor superficie implantada en 23 campañas.

La caída interanual del área destinada al trigo prevista para este nuevo ciclo,  se funda en un escenario climático global en transición de “La Niña Débil” hacia un “Neutral Frío”, elevados costos de insumos claves para el paquete tecnológico aplicado al cultivo, dificultades para el abastecimiento de fertilizantes y combustibles.

Políticas de derechos de exportación y restricciones comerciales que impactan sobre los precios recibidos y el normal funcionamiento de los mercados sumado a expectativas de nuevos cambios en estas políticas y mayores restricciones no colaboran.

Además una mayor intención de siembra de cebada, principal competidor del trigo sobre el extremo sur de la región agrícola. Esta intención estaría traccionada por los mayores precios de la cebada, las ventajas que posee este cereal para los planteos de soja de segunda, y las menores expectativas de intervención sobre el cultivo a través de políticas públicas.

Respecto a los insumos en el mercado doméstico, se registró un significativo incremento de costos. En el caso de ciertos insumos específicos superaron al aumento del precio del trigo, especialmente los vinculados con fertilizantes (+130% i.a.) y herbicidas (+100% i.a.).

En consecuencia, la relación insumoproducto, en promedio, muestra un retroceso del 30% respecto al mismo periodo del año pasado, lo que significa que se necesitarían un 30% más de granos para adquirir la misma cantidad de insumos. En el caso de fertilizantes y herbicidas la relación ha empeorado por encima del promedio, necesitando un 45% y 32% más de granos, respectivamente. Como resultado, los márgenes brutos de trigo para el promedio nacional presentarían un retroceso del 13% en relación de la campaña previa. Mientras tanto, los márgenes brutos para cebada mostrarían caídas del 7% para forrajera y del 3% para cervecera.

Finalmente, es importante mencionar que la campaña triguera 2022/23 se encuentra afectada por factores de incertidumbre que condicionan la decisión del productor. A los interrogantes en relación al clima y los mercados internacionales, se suman los provenientes del mercado local. Por eso, serán determinantes las señales que puedan provenir desde el sector público, en relación a las políticas agrícolas y comerciales, llevando confianza para promover la inversión de los productores en un contexto tan desafiante.

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