Durante el último mes de agosto la agro exportación liquidó la suma de 3.049.781.726 dólares, una marca histórica para este siglo en el octavo mes del año. El monto de agosto pasado resulta récord para ese mes en las estadísticas desde comienzos de este siglo y en toda la serie histórica.
Esa suma mensual refleja, sin embargo, una declinación el 13,35 % con respecto al precedente mes de julio y un incremento del 74,97 % en relación con el mismo mes de agosto del año anterior. Asimismo, el ingreso de divisas de los primeros ocho meses del año (23,2 mil millones de dólares) refleja un incremento del 74 % con respecto al mismo período del año pasado y récord absoluto para el mismo período desde comienzos de este siglo.
Esos resultados se alcanzaron por los significativos esfuerzos logísticos a los que obligó la histórica baja del río Paraná. No obstante, los precios internacionales de los commodities resultaron un atractivo que le dieron fluidez a las ventas de los productores.
La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) destacó que la liquidación de divisas está fundamentalmente relacionada con la compra de granos que luego serán exportados ya sea en su mismo estado o como productos procesados, luego de una transformación industrial.
La mayor parte del ingreso de divisas en este sector se produce con bastante antelación a la exportación, anticipación que ronda los 30 días en el caso de la exportación de granos y alcanza hasta los 90 días en el caso de la exportación de aceites y harinas proteicas. Esa anticipación depende también del momento de la campaña y del grano de que se trate, por lo que no existen retrasos en la liquidación de divisas.
En este sector, las comparaciones estadísticas entre distintos períodos son generalmente imprecisas o inexactas ya que la liquidación de divisas está fuertemente influida por el ciclo comercial de los granos, que depende de diversos y cambiantes factores exógenos como oscilaciones internacionales de precios, retracción de la oferta, distinto volumen y valor proteico de las cosechas, condiciones climáticas, feriados, medidas de fuerza sindicales, modificaciones regulatorias, barreras arancelarias y para arancelarias del exterior, exigencias fitosanitarias o de calidad de otros países, etcétera.