En el área de influencia de las cuencas lecheras del centro – norte santafesino, continuó el proceso de picado – embolsado, con destino al autoconsumo, solo una pequeña cantidad de lotes se realizaron, manteniéndose los buenos resultados, en cuanto a calidad y a cantidad. Ante los eventos climáticos y las condiciones ambientales que reinaron, la actividad se paralizó. Lotes más altos y con mejor piso reanudarán labores en los próximos días.
En el resto de los maizales, con destino comercial, no variaron sus estados, un 75 % de los cultivares se encontraron en buen o muy buen estado, con lotes excelentes, sin inconvenientes para su normal desarrollo, regular un 15 %, dado que hace veinte días padecieron las altas temperaturas y la escasa disponibilidad de agua, acentuándose aún más con el transcurso de las jornadas, deteriorándose y variando así su estado, un 10 % pasó a malo, con marcados síntomas de estrés termo-hídrico y con mortandad de plantas, sin recuperación.
Estos dos últimos casos, se evidenciaron en mayor proporción, en suelos con aptitudes agrícolas no ideales o con ciertas limitantes. No se detectaron inconvenientes sanitarios por plagas o enfermedades.
Los registros pluviométricos acumulados en los cinco días de lluvia, según
los distintos departamentos, variaron entre 75 y 295 mm, siendo bastante regular su distribución geográfica. Con la particularidad de que en el área central del SEA (departamentos Castellanos, sur de San Cristóbal, Las Colonias, centro – sur de San Justo y San Javier, centro – norte La Capital y Garay), los montos fueron superiores a los 200 mm.
Tales características condicionaron y nuevamente evidenciaron realidades
que se reiteraron, encharcamientos, anegamientos, caminos rurales que
funcionaron como canales, red vial primaria, secundaria, terciaria, cortadas temporalmente por los excesos hídricos y las bajas posiciones topográficas, totalmente inundadas.