Pese a que el mercado de exportación de carne a Europa está detenido, el mercado chino reinició sus compras, con precios menores a los que había, pero con lo que parece ser una demanda creciente. Ésta es una observación del nuevo informe de la consultora Zorraquin + Meneses & Asoc.
“El consumo interno aumentando en la cuarentena aunque cambiando un poco el perfil de los cortes demandados (menos asado, más cortes para milanesas)”, es decir más freezer y menos consumo social en medio del aislamiento obligatorio.
Los precios en el mostrador aumentaron en promedio un 6% en marzo aunque desparejo según provincias, según cada barrio y según el tipo de corte como nalga o bola de lomo, paralelamente el precio del novillo en pie presentó aumentos similares.
“El gobierno pidiendo a los frigoríficos más información que ya se presenta en otros organismos del Estado, como una forma de hacer de cuenta que controla o sugiere un control de precios. El mercado interno muy bien abastecido”.
La consultora en su informe indicó que los feed lots tienen una ocupación cercana al 60% y si bien hay incertidumbre están momentáneamente favorecidos por una buena relación compra/venta y por un precio del maíz en baja.
Mientras tanto, “los frigoríficos, que venían de dos o tres años de muy buena rentabilidad, complicados por no poder vender o entregar los cueros, por la caída del mercado europeo, por la demora en el cobro de entregas a China y por una disminución de los precios”.
La expectativa no es mala, aunque mucho dependerá de la proporción de carne que se destine al mercado interno debido a que se estima una capacidad de pago limitada para absorber aumentos.
En el campo, “el criador sufriendo pérdida de rentabilidad, con un ternero que vale entre 100 $ y 110 $/kilo. Una vaca gorda que es la categoría que menos aumentó (70$ a 75 $/kg) y una vaca o vaquillona preñada que en marzo tuvo una fuerte caída de valor por poca demanda”, indicó el informe.