Las precipitaciones registradas a partir de octubre solo han mitigado el estrés de las plantas sobre la franja este del área agrícola, las cuales han sufrido daños por heladas y eventos de granizo.
Mientras tanto al oeste, donde los cultivos venían atravesando una campaña marcada por el déficit hídrico y las bajas temperaturas, se vieron perjudicados además por la ocurrencia de heladas alternadas con temperaturas templadas al alcanzar estadios reproductivos.
La región oeste del área agrícola comprende 1,1 millones de hectáreas de trigo castigadas por la falta de humedad, algunos distritos como: Quemú Quemú,Catriló,Realicó Villegas, 9 de Julio, Dorrego y Pringles entre otros son los perjudicados, aunque hay lotes en buen estado.
La escasa oferta hídrica provocó plantas de escaso macollaje y, por lo tanto, con pocas estructuras para llenar. Ante este escenario, la proyección de producción de trigo se ajusta a 18,8 MTn. Así lo indicó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Como hemos ido mencionando en los informes previos semana a semana, el ciclo estuvo atravesado por condiciones climáticas desfavorables que afectaron negativamente la performance del cultivo.
En un primer momento, la falta de precipitaciones y las bajas temperaturas medias provocaron demoras en la fenología y plantas de escaso desarrollo. Luego la reactivación de las lluvias, que sólo se dio sobre la franja este del territorio, agravó la condición de déficit hídrico en el oeste del área.
Finalmente, la alternancia de temperaturas templadas con frecuentes heladas empeoró el panorama. Ante un escenario sin posibilidades de recuperación al menos para los ciclos largos, y sin descartar futuras mermas, se estima una producción de 18,8 MTn.
En las regiones NOA y NEA continúa la cosecha de trigo, y a la fecha ya se lleva recolectada el 3,5 % del área apta a nivel nacional. Sin embargo, en el resto del área agrícola las expectativas de rinde vienen mermando.
Si bien al norte del área agrícola continúa la recolección de trigo a buen ritmo y con rindes en general superiores a los promedios históricos, hacia el centro y sur del área agrícola las perspectivas son desalentadoras.
Los lotes del margen este se han recuperado parcialmente, y las expectativas de rinde podrían acercarse a valores relativamente cercanos a la media. No obstante, al oeste y al sur de la región agrícola, los planteos tempranos presentan serias limitaciones de cara al llenado de grano.
Las bajas temperaturas y el déficit hídrico dieron lugar a plantas de bajo porte y escaso macollaje. Sumado a ello, la ocurrencia de heladas, los eventos de granizo y los golpes de calor han agravado la situación, que podría complicar a los ciclos medios y cortos si no se revierte.