La siembra Argentina de trigo cubriría 7 M de ha. Versus las 6,46 millones del año pasado, hace 18 años que esto no sucede. Las lluvias que vuelven a Buenos Aires y los mejores precios alientan una expansión del 8% sobre el nivel de siembra del año pasado. Así lo estimó la Bolsa de Comercio de Rosario.
Los planes de rotación siguen cobrando fuerza y si bien hay amplias zonas con barro y saturación de humedad en los suelos, se va a trabajar intensamente durante toda la ventana de siembra para cumplir con la intención de siembra.
El potencial de la campaña, tomando la marca de los últimos 5 años, un promedio nacional de casi 32 qq/ha, sugiere que la nueva campaña incluso puede superar los 22 Mt.
El ingreso de aire muy húmedo desde el Atlántico activó las lluvias, y los acumulados totales dejarán atrás la falta de agua que condicionaban las posibilidades de hacer trigo. Por otro lado, pese las amenazas de excesos hídricos sobre la siembra triguera de Chaco, se va a insistir en la siembra.
Por delante seguirán días de lluvias que pueden ser muy importantes para Buenos Aires, pero también entorpecer la siembra en la franja central del país. La siembra empieza a tomar ritmo, con un 23% del área de intención sembrada, pero sigue desarrollándose de forma trabada.
Se prevé que se tratará de una siembra larga y dificultosa, pero también el cultivo ofrece una oportunidad en que el productor no está dispuesto a dejar pasar. El factor económico vuelve a ponerse en línea con los intereses agronómicos y climáticos. El trigo vuelve a ser protagonista y siguen siendo el centro de la escena del invierno dejando a un lado a la cebada.